lunes, 19 de mayo de 2014

PARA VENCER AL TEDIO DE LA VIDA

“CUERPO, CASA PARTIDA”
DE
FRANCISCO CARO

Premio Leonor 2013
Edita la Diputación Provincial de Soria





“Escribir es estar siempre esperando,/ vigilar el temor del día nuevo,/ el temblor en el goce/ que precede al incendio/ de las cosas pequeñas.” Así define Francisco Caro su vocación, misión y tarea ...de poeta en este, su hasta ahora último libro publicado, “Cuerpo, casa partida”, premio Leonor 2013 que convoca la Diputación Provincial de Soria.

Su primer libro “Salvo de ti” vio la luz en el 2006 a sus 59 años, gracias al premio de la Asociación de Escritores de “Castilla-La Mancha” e inmediatamente, saldrían “Mientras la luz” (2007), “Las sílabas de noche”(2008), “Lecciones de cosas” (2008), “Calygrafias” (2009), “Desnudo de pronombre” (2009) “Cuaderno de Boccaccio” (2010) y “Paisaje (en primera persona)”. Todos ellos distinguidos con importantes premios de poesía. Una trayectoria impresionante en pocos años la de Francisco Caro, que nació en Piedrabuena (Ciudad Real) en 1947 y reside en Madrid, donde se ha dedicado a la enseñanza de la Historia en un instituto de Secundaria hasta su jubilación. Mantiene abierto y actualizado un blog “Mientras la luz”, en el que hace crónica y reseña de los distintos actos poéticos que tiene noticia, se desarrollan y asiste en Madrid y aledaños, además de compartirnos la poesía de sus amigos y, con menos frecuencia de lo esperado, sus propios versos.

En “Cuerpo, casa partida” el poeta busca ese conocimiento del propio yo que descubre escindido, ajeno a veces, que enferma y se rompe y que hay que reconstruir sin descanso a pesar de las dudas y los pasos errados, aunque al final de todo solo quede la fotografía de un barro que se deshace sin propósito alguno.

Teniendo como pórtico el poema “Aceptado temor”, donde confiesa saber muy pocas cosas en el azar de esos días que transcurren deshaciendo mitos y en los que se hace las preguntas que dan motivo, sentido y necesidad al oficio de escribir, el libro consta de dos apartados centrales, “La parte izquierda de mi casa” y “Alguien levantó círculos” para terminar con el epílogo “Abandonar la casa”. Son poemas que caen como “pedazos de la piel que me creciera/ en los días de espuma” nos dice el poeta un nueve de enero “sobre un tiempo que busca o que persigo”.

La poesía de Francisco Caro contempla la sorpresa, “su menudo decir y su sosiego” y se alimenta de la admiración y la escucha, en la memoria de un mundo exterior e interior donde crecen grises claridades “cuando escucho del tedio que la muerte/ puede ser el milagro/ en los labios sin prisa/ de aquel que aún ama”.
De sus muchas lecturas ( Anna Ajmátova, Agustín de Hipona, Miguel D’Ors, Blas de Otero, Jorge Guillén, Georg Trakl, Paul Éluard,….), de esa acumulación de vitaminas del pensamiento y la literatura que nos deja la tradición (leer como “escribir es hablar con un difunto” en alusión a Quevedo), se alimenta su verso para nombrar el esplendor del mundo, “porque el mundo renueve/ su belleza y mis ojos.”

Nada sobra, nada es superfluo en este libro, “me devoraba el águila todo lo innecesario/ lo más ineficaz para el poema, las palabras.” porque Caro “conoce bien la alta/ fertilidad que es el silencio” y lo sabe, como nadie, recoger para abonar esos “signos con que vencer, junto a los otros, el tedio de la vida”.

Para todo ello, para ser el hombre que nace cada día, a pesar de que en el momento más inesperado el corazón pueda romperse y ceder el hilo que nos sujeta a la vida, a Francisco Caro, poeta, “le gustaba escribir/ en la arena palabras muy hermosas/ como labios,/ escribir, por ejemplo: poesía.”

Os copio, para vuestro disfrute, uno de los poemas del libro:

SIN CONOCER MÁS PESO

Cuando admiro
cómo pasan las noches
en los campos de pluma
sin conocer más peso
que su memoria esclava

cuando sigo
encerrado con lápices que vieron,
delatores,
sin que se alivie
ni calme el huracán de lo que guardo

cuando crece,
intensa, diagonal,
la aridez de lo escrito, de su norma,
muy adentro de mí, y hace grieta

cuando escucho del tedio que la muerte
puede ser el milagro
en los labios sin prisa
de aquel que aún ama

entonces sé
que en las palabras soy
tan sólo la mitad de cuanto fui,
que el resto huyó
tentado por el grito de otra carne
y una boca viciada en la leyenda
voces que han rebanado,
rebañado,
la mitad de mi tiempo, de mi cuerpo.

(Del libro “CUERPO, CASA PARTIDA” de FRANCISCO CARO
Premio LEONOR 2013, Edita la Diputación Provincial de Soria)
 
 

viernes, 16 de mayo de 2014

EL QUINTO ELEMENTO


“EL RUIDO DE LA SAVIA”

DE

PEDRO ANTONIO GONZÁLEZ MORENO

 
 
Colección Universidad Popular
Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes
Premio Nacional de Poesía José Hierro 2013

 

Con las palabras es posible construir, construir siempre sin prisa y contra el miedo, nos asegura Pedro Antonio González Moreno en su último libro de poemas publicado  “El ruido de la savia”, por el que recibió el Premio Nacional de Poesía  “José Hierro” en el 2013. Es este su sexto libro de poemas publicado, todos ellos jalonados con importantes premios, además de tener parte de su poesía antologada en el volumen “La erosión y sus formas” publicado por Vitruvio en el 2007.

 

“El ruido de la savia”, en las cinco partes en las que se divide el libro, es un homenaje a sus raíces manchegas, a la raíz de donde creció su poesía, a la raíz de la que partieron sus sueños y sus amores y sus desengaños, es el aire donde se edifican los cimientos de su vuelo.

 

No heredé más que un patio donde al caer la tarde era dueño del mundo, y esa herencia agradece y canta con el recuerdo y la memoria de los suyos, gente sencilla, trabajadora, apegada a la tierra y sus labores, entregada a su casa construida entre sudores mientras cavaban fosas para sus sueños y surcos a la exacta medida de sus sombras.

 

Y en esa tierra y entre su gente empezó la savia a susurrarle su canción al oído y fue aprendiendo, más que el cuidado de la vid y el uso de la llana o el trabajo de arriero, el oficio agridulce de poeta. …mientras alguien recogía, a espuertas,/ escombros por la casa,/ yo recogía avariciosamente/ hebras de claridad/ y las iba guardando en los armarios/ o en aquellos poemas escritos a escondidas.

 

La poesía, ese quinto elemento sin el que a algunos nos es imposible vivir, que no transcribe la realidad ni la traduce, sino que convierte nuevamente en savia la madera, es el viaje que Pedro Antonio inició desde niño, en casi un acto de heroísmo, que le ha llevado a perderse no pocas veces la vida, por encontrarse a sí mismo. La poesía, con la que quiere hacer que cada nombre se reduzca a su ascua, una chispa un relámpago más allá del lenguaje, y acaba comprendiendo la inutilidad de su esfuerzo y lo que queda: una voz para nadie.

 

Al final sólo le redime asumir que el poema es el cuerpo sagrado del amor, pero también los bordes exactos de la herida. Amor (cubriré despacio tu cuerpo de palabras) y dolor (para que se haga casi soportable tu ausencia) que, en definitiva, dan sentido a las palabras y llenan nuestra copa en la vida, como si el vino (o la poesía) fuese una última forma de esperanza.

 

Un libro excelente que bien merece nuevas relecturas y del que os dejo el poema que le da título:

 

EL RUIDO DE LA SAVIA

 

Se oía entre los trastos
mohosos del desván, se propagaba
como una procesión de hormigas rumorosas
por las estanterías, por los muebles
y por todas las puertas de la casa,
como si en la madera
ardiese aún la brasa de una antigua memoria.

Era un ruido de cal, un hervidero
de arroyos, como un cauce
que no arrastrara agua sino música sólo.
Brotaba de la higuera,
desde allí se extendía por todos los rincones
y se iba adueñando despacio de las cosas.

Era la savia. Su canción no escrita
que iba tejiendo lentamente el aire
con el hilván de su murmullo. Era
el fragor de sus fuentes, su voz interminable
fecundándolo todo. El viejo oficio
de la savia, su música invasora,
su verde voluntad de construir.

 

(De “El ruido de la savia” de Pedro Antonio González Moreno, publicado por el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes en su colección Universidad Popular, tras ganar el Premio Nacional de Poesía José Hierro 2013)

 

 

 

 

 

jueves, 6 de junio de 2013

ESTO NO ES UNA RESEÑA


.

ESTO NO ES UNA PIPA de Francisco García Marquina

Premio Internacional de Poesía Gerardo Diego- Gobierno de Cantabria 2012

El Desvelo Ediciones 2013, 59 páginas.

Esto no es una reseña, tampoco es una pipa, es el escudriñar de un desconocido lector ante un poeta que se esconde tras un hombre que escribe poesía. Francisco García Marquina nos sorprende una vez más con su último libro, que ha sido merecedor del Premio Internacional de Poesía Gerardo Diego 2012 que convoca el Gobierno de Cantabria.

El título “Esto no es una pipa” se reconoce en un cuadro de Magritte donde el pintor cuestiona la relación entre la imagen y la realidad basada en la semejanza representativa, y sobre el que Michel Foucault aprovecha en un ensayo para reforzar su teoría sobre la débil ilusión que liga las palabras y las cosas (no se asusten, el desconocido lector no sabe mucho, casi nada, solamente escudriña en el inabarcable bosque de internet una pequeña verdad entre la hojarasca sin fin de la mentira).

El libro está estructurado en forma de diario aunque no lo sea. El autor se inventa bajo juramento este diario, un poema, una verdad, un yo que se confiesa a cuenta de otro (“el otro, el mismo” que nos dice Borges a quien imagino buen amigo de Paco) y que miente para intentar que exista aquello que no es.

El hombrequescribepoesías encuentra palabras sencillas, claras, rítmica y espontáneamente medidas, de andar en bata y por el reino más humilde de la felicidad que es la propia casa, pero de alta densidad, buscando estrenar la luz al ir, pausadamente, …escribiendo al día,/ olvidando el ayer/ y sin miedo al mañana.

El puro amor florece bajo el frío en muchas de las páginas de este diario tan bellamente construido , ese amor que es siempre el primero para el amante aunque haya dejado en múltiples ocasiones de ser el que antes era, un amor que también se inventa hasta que las palabras toman cuerpo y se hacen realidad en el confluir de abrazos y bocas.

Las pérdidas, esas ciertas despedidas donde brilla un puñal dormido entre nosotros, van jalonando día a día nuestro curriculum de flores breves y pétalos caídos, rutina de sombras de la que no se libra tampoco, mal que se invente, el autor, que no tiene palabras para una despedida,/ porque usar un adiós puede tomarse en serio,/ puede, al pie de la letra, cumplirse en contra nuestra.

A este lector desconocido le gusta y no le gusta llegar al final de los libros, le gusta porque en casi todos ellos se vuelve a ese paraíso reinventado de la infancia: “De mi infancia guardaba/ el ruido de tranvías amarillos, un apreciable olor/ de chocolate clandestino/ y una copa encarnada que llenaba la tarde de suspiros.” lee con nostálgica complicidad, y no le gusta porque, también al final, acaban desvelándonos la única verdad: “Lo que guarda el diario son sucesos perdidos/ certificados leves de alguna defunción/ palabras que dan fe de lo que ya no existe:/ crepúsculos, deseos, estelas y cenizas.

Este lector desconocido sabe que una primera lectura es siempre una lectura apresurada y aconseja volver, y aquí se puede y debe, sobre lo andado; releer, volver a amar con la esperanza de llegar a un mejor y más profundo conocimiento de los hombres y de las cosas. Por hoy, y 6 de Junio, hay que terminar. Y esto, que no es una reseña, se termina con un poema del libro de Marquina:



Tengo el hueco de ti tan bien grabado

que han prendido en mi espera dos certezas:

la de que existes como yo imagino

y la de que jamás voy a encontrarte.





JESÚS APARICIO GONZÁLEZ



sábado, 9 de marzo de 2013

UN POEMA COLLAGE CUANDO ESCUCHO "AMARGO DESPERTAR" DE JOSÉ MARÍA HERRANZ Y ANDREU JACOB


 
 
La ciudad les aturde
y el poeta y el músico
sobrevuelan el ruido de los estercoleros
mientras un niño pobre piensa el pan.
Viven queriendo singularizar
los compromisos y pluralizar
los amores,
mas un beso les sale así de pronto
para inyectar color a un rascacielos.
El mundo les ahoga y lo quieren cambiar,
son felices soñando un ansia de nacer
que llene su futura convivencia.
Acerca del amor
han buscado un espejo donde lloran
de alegría y construyen su cielo.
Poco a poco abandonan la miseria
de esa rutina sin porvenir
que les dejaba muertos.
Por fin son libres.


 
José María Herranz Contreras es poeta, narrador, crítico literario y articulista. Como poeta ha publicado cuatro libros: Hijos de la miseria, (Taller de poesía VOX, Madrid, 1980.) Oráculo de la amistad (Ediciones Vitruvio, Madrid 2004) Las razones del lobo y  Sofismas (Poeta de Cabra Ediciones, Madrid, 2009). Recientemente ha publicado la antología de un buen número de poetas Donde no habite el olvido en la Editorial Legados, Madrid, 2011. Es director de la editorial “Poeta de Cabra” y miembro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, del Ateneo de Madrid y de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, entre otras asociaciones vinculadas al mundo del arte y la literatura.

José María Herranz , un ser de oro y barro, se desenvuelve con soltura entre lo secreto y misterioso de la existencia. Metafísica, mística, heterodoxa y dionisíaca califican su poética, y ésta manifiesta lo sagrado y órfico de la palabra, en un sincretismo espiritual de original factura, también encontramos en el contenido de sus versos la denuncia social y el gusto por el surrealismo y la contracultura…

 
“Amargo despertar”  es un disco que recoge una breve antología de poemas  de este autor madrileño pertenecientes a varios de sus libros y  que han sido musicados por el compositor catalán Andreu Jacob.
Además de su autor participan con sus voces el poeta Luis Antonio de Villena y la también poeta María Esperanza Párraga Granados.

Un excelente  trabajo conjunto donde la música y la palabra se complementan para conducirnos por el cosmos poético de su autor y donde la plural diversidad temática (social, intimista, amorosa, metafísica, mistica...) nos envuelve de bellas sugerencias invitándonos a recrear una realidad en la que cuerpo y espíritu son indisociables y se retroalimentan.


(Quien esté interesado en el disco puede pedirlo en la página :
http://josemariaherranzcontreras.blogspot.com.es/2012/09/amargo-despertar-jose-maria-herranz-y_30.html )




 


 

 

jueves, 26 de abril de 2012

BARRA DE PAN RECIÉN COCIDA


LIBRO DE FAMILIA
de HILARIO BARRERO

Cáceres, Diputación Provincial, Col. AbeZetario, El Brocense 2011, 91 págs.

Prólogo de José Muñoz Millanes

“Una barra de pan recién cocida/ se enfriaba tierna de claridad” podría ser la manera que tiene Hilario Barrero de decirnos qué es para él la poesía, una poesía cercana a todo cuanto nos alimenta el corazón, una poesía que ha visto pasar la vida y quisiera retener esos instantes que nos llenan de emoción y verdad, “historias repetidas que esperan resignadas que deje de llover”.

Ya en otra ocasión hemos leído de él que “cuando el poeta va enriqueciéndose de todo lo que le rodea, penas, alegrías, la vida y la muerte, la educación formal y la educación mundana, el poema es un compendio de la vida del poeta.” Y esa vida la seguimos con sed de comunicación y conocimiento, ahondando con paciencia y placer en ella, a través de los diarios que puntualmente cada dos años publica. En entrada anterior comentamos en esta misma página su “Dirección Brooklyn” (nuestro poeta vive en Nueva York como profesor universitario desde 1978) que con el último “Brooklyn en blanco y negro” van cinco entregas de los mismos. Su obra poética consta de los siguientes títulos: “Siete sonetos” (1976), “In tempore belli” (1999), “Luz ilesa” (2008), y “Agua y humo” (2010).

“Libro de familia” se divide en tres secciones “Predadores” “Silla para la muerte” y “Libro de familia” (este último, a su vez, en dos apartados), cuatro estancias de siete poemas cada una, un ciclo lunar en el que Hilario Barrero fotografía la vida con lápiz 7B con intención de encender las tinieblas.

No quiero que mis palabras os distraigan de lo esencial y sí que lleguéis al convencimiento de que la de Hilario es poesía que se toca y se vive, por eso os invito a leer, como muestra, estos versos:


 CORRESPONDENCIA

Resguardada del tiempo
en una caja de madera con olor a lavanda,
que escondes en la esquina más negra del armario,
guardas la clave de la vida.
Un tesoro que temes
se encuentre reducido a palabras borrosas
y sea una mentira perfumada.
No te acercas al polvo ni lo tocas
pues temes se convierta en purpurina
y manche tus recuerdos de oro falso.
Estás casi seguro que la única e inextinguible mariposa
es un gusano de seda carcomida.
Dejas pasar el tiempo y esperas
que sea tu enemigo quien descubra el botín.

Hilario Barrero

lunes, 23 de abril de 2012

LA MUJER DE LA LLUVIA Y CUERPO CELESTE

.

El pasado sábado 21 de Abril se celebró en la Biblioteca Pública de Guadalajara el

V ENCUENTRO entre la TERTULIA RASCAMÁN de Madrid y el TALLER DE POESÍA "FERNANDO BORLÁN" de la BIBLIOTECA PÚBLICA de Guadalajara.

En el desarrollo del Acto se presentaron los libros:

LA MUJER DE LA LLUVIA de Mª Antonia Copado presentado por el poeta JAVIER DÍAZ GIL

y

CUERPO CELESTE de Aureliano Cañadas presentado por quien mantiene este blog.

Os dejo con ellas.

.



.

He preparado mi presentación aludiendo y ampliando lo que expongo en mi nota a la edición del libro de Mª Antonia Copado, “La mujer de la lluvia”. En esta nota digo:

NOTA A LA EDICIÓN
Javier Díaz Gil

“La mujer de la lluvia”, de Mª Antonia Copado es un libro valiente. Es poesía en estado puro. Amor y sexo, emoción y piel por encima del género. Vi nacer poema a poema este libro. Mª Antonia Copado nos los leía cada miércoles en la Tertulia Literaria “Rascamán” que yo coordino. Publicar este libro, darlo a conocer era una necesidad. Después de la escritura, de saber cerrada la etapa de creación, Mª Antonia me pidió mi colaboración para editar el libro. Edición, en el sentido etimológico del término: corrección, adaptación, ordenación del texto cuidando su forma y contenido.
En conversación con la autora los poemas escritos originalmente en verso se transformaron en prosa poética. Los poemas adquirieron un ritmo intenso, turbador y emotivo, las imágenes se suceden llevando al lector al territorio casi épico en el que se mueven las protagonistas del libro. Se ordenaron los poemas estructurando el poemario, dotándole de una línea argumental que procura al libro una lectura de inicio a fin y ofreciendo también –ese es el objetivo de cualquier poema- que en una lectura al azar de cualquiera de los textos, éste ofrezca un mundo cerrado, su propio inicio y su propio fin.
Mi aportación en la edición de este poemario ha sido un trabajo gratificante, como lo será sin duda su lectura también para ti, lector, que inicias este viaje poético a través de la lluvia, que no ha de dejarte indiferente. El deseo y el dolor, el miedo y la pasión pueblan sus páginas.
(….)


Casi hasta aquí la nota.
Porque el libro ya impreso me da nuevas lecturas, nuevas premisas. Me explico:

Mª Antonia Copado ha escrito una nueva Madame Bovary que busca tal vez también escapar del tedio de una vida conyugal.
El placer es el camino a la felicidad.
El sexo es una vía de felicidad y de conocimiento.
En este camino no hay conciencia de pecado.
El placer, el sexo que no sabe de géneros. Poesía amorosa, erótica, pasional y de conciencia.

De conciencia porque en el texto hay momentos en el que el personaje poético es protagonista y narra en primera persona. Y hay momentos en los que el personaje habla en tercera persona, como si de un narrador omnisciente se tratara. Se aleja del texto, de la acción y reflexiona.
Esa reflexión, que hace el personaje y el lector al mismo tiempo, es conciencia del placer y del paso del tiempo.
Y el paso del tiempo es conciencia del envejecimiento. La razón que se abre pasó sobre el corazón.
La conciencia que decide acabar con la relación. Pero porque está cumplida la necesidad. Está cumplida la sed.
No hay conciencia del pecado. No.

Es la necesidad, la sed la que mueve a la protagonista a los brazos de la mujer de la lluvia. La lluvia, el agua, el mar como alegoría. Como un hilo, como un río que recorre el libro.
Mª Antonia Copado ha construido un Universo poco usual en la Poesía española y nos ha hecho partícipes de él.

Dejadme leeros dos poemas del libro que demuestran lo expuesto:

TE DESEO

Tus dedos impacientes bajo las sábanas buscan ansiosos mi pecho hambriento. Gira con lentitud el cuerpo adormecido, ardo en tu húmeda boca. Tu lengua errática deambula por mi piel, bebe el último suspiro que late en mi sangre.
Mi boca en tu boca, tu cuerpo vehemente pulsando el placer, cuerpos revueltos entre las sábanas. Enajenados, estallan en gloriosos alaridos de locura.
Te deseo, quiero de ti hasta la última brizna. Que tu germen sea para mí el postrer alimento. Que no encuentre sosiego si no tengo tu cuerpo.

Colmaré con delirio
mi copa con tu savia.

CAMBIANDO

Estoy aprendiendo a envejecer. Comienzo la labor del deterioro. Asimilé de mis ancestros las enseñanzas. Fueron duras experiencias. Con el tiempo la piel se acostumbra a la arruga siniestra que marca su espacio.
En un rincón olvidado por la rutina, al fondo, está la luz que aún desconoce esta alteración que sobreviene. También mañana estaré sentada esperando.

Inexorable me mudará
en otra más triste.

Y tal como termina mi nota a la edición quiero cerrar mi presentación diciéndoos:

Querido lector, te invito a entrar en estos poemas de Mª Antonia Copado: escucharás la cadencia de la lluvia.

Javier Díaz Gil. Poeta


.


.

Damos una vez más la bienvenida a nuestro Taller a AURELIANO CAÑADAS, poeta y amigo con el que hemos compartido y disfrutado ya en años anteriores la lectura de dos poemarios: “Menos nuestro dolor” y “Contra Domene”. Para aquellos que se encuentran hoy por primera vez con él, sólo decir que nació en Almería en 1936 y está vinculado a Guadalajara desde hace tiempo, pues reside a temporadas en Sacedón, que es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense, Diplomado por la Escuela Oficial de Idiomas de Madrid y por el Instituto de Idiomas de la Universidad de Granada. Maestro con premio fin de carrera, que ha sido profesor Assistant de Españñol durante dos cursos en el Liceo Faidherbe de Lille (Francia) y que ha publicado hasta ahora una decena de libros de poemas, varios de los cuales han sido distinguidos con diferentes premios, colaborado en importantes revistas literarias españolas y seleccionado en varias antologías. De entre su obra destacan “Nunca llega el olvido” (1979) “Lengua para hablar sólo” (1985) “Oscuros son los signos” (1990) “Menos nuestro dolor” (1993) corregido y ampliado en 2008, “Porque soy Teseo” (1995), “Máquina el hombre mismo” (2000), Telémaco, el sur de otra vida” (2004) y “Contra Domene” (2010), teniendo pendiente la edición de un nuevo libro que fue reconocido el pasado mes de diciembre con el Premio de Poesía de la Fundación “María de Villar” que se edita en Navarra.

“Cuerpo celeste”, poemario que hoy nos presenta, tiene como idea central el paso del tiempo, el desgaste y el deterioro que este va haciendo, tanto en nuestra realidad exterior como en nuestro ser más profundo, todo ello con un estilo preciso, exacto, despojado de toda retórica, con esa palabra esencial que ya apuntaba en sus obras anteriores pero que en esta se hace más intensa, brillante e imprescindible. Varias de las composiciones de este libro (7 de las 62 que hay en total) han sido premiadas en el XII Certamen de Poesía “Andrés García Madrid” del Ateneo Cultural 1º de Mayo, siendo una de ellas el poema que da título al conjunto del libro.

El tema amoroso, que ha sido siempre parte esencial de su poética, no podía faltar en este nuevo libro y con él y en su original e inquietante poema titulado “Amenazas” lo comienza, para hablarnos de cómo cambia y evoluciona la vivencia y el sentido del amor a través del tiempo, sentenciando, al fin, en su poema “Azucena”, con resignada sabiduría, que “no hay azucenas bajo el hielo de los años, amor”, siendo consciente también de que el amor nos transforma, al recordar a la amada que “amarías a otro si me amaras”.

El propio ser del hombre, su formación y su devenir, vuelve a presentarse, siempre “la pasión de ser otro”, en este libro, de manera indagadora y reflexiva, bajo los símbolos recurrentes de las máscaras y los espejos:“soy ese vacío donde el tiempo sustituye una máscara por otra” nos dice Aureliano, desvelando el eterno fluir y permanente cambio al que estamos obligados como medio ineludible de adaptación al mundo y que al final somos lo que queda tras el despojamiento de aquello que hemos construido para nuestra autodefensa “sólo sabrás quién soy cuando deje caer la última máscara”. Vivimos pues en “El jardín de los espejos” en el que jugamos trabajando en todas las edades, infancia, adolescencia, juventud…para que los días “vuelvan al esplendor que entonces no tuvieron”.

De esta construcción del ser nos hablan poemas como “Personaje”, “El intruso”, “Ángel de la posguerra”… y también en “La memoria”, en la que el poeta se refugia porque necesita/ conservar algo intacto, protegido/ del tiempo y de su encono” y así poder alcanzar “algo de la serenidad de los instantes últimos” como pide en uno de los poemas más hermosos del libro titulado “El castaño”. Gran variedad de temas trata Cañadas en este poemario, sin duda, y por lo leído hasta hoy, el mejor de los suyos, aun siendo muy buenos los anteriores. La tierra alcarreña también está presente en poemas como “Muerte en la Alcarria” y “El perfume”; “El arañazo” nos cuenta que el destino es un gato que llevamos en el hombro; “El pantano” nos da metáfora de la muerte; son magníficas lecciones para un taller de poesía los seis apartados de “Didáctica para un joven gallardo”. Aureliano Cañadas ama la poesía, por ella vive y a ella se entrega, hasta a veces “cortar todos los hilos de la lógica/ entregarme a los vientos, que me lleven/ a lo más alto”, busca encontrar en ella, en las palabras “Como una vida nueva” “Sólo ellas te darán/ la súbita visión del paraíso” concluye en “Escribir como tú”.

Para terminar, también como en el principio del libro, nos sugiere en su último poema: “Por el amor que no hice”, lo que de verdad importa, tras la noche oscura de este cuerpo celeste en inútil agonía, al final, recordando la advertencia de San Juan de la Cruz, nos examinarán en el amor.

Comparto un poema del libro:

.

EL CASTAÑO
.

Algo
de la serenidad
de los instantes últimos
desciende sobre mí como la sombra
del castaño, me abraza
como si me abrazaras, me libera
de toda inquietud.
Es apenas relámpago
interior silencioso,
una mano enguantada
en ese terciopelo del olvido
que, sabia, me conduce al no lugar
donde ya nada importa:
ni urgencia de la luz
del alba
ni inexorable
anochecer
ni cotidiano
cortejo de desdichas o dichas.

Compártelo conmigo.



De “Cuerpo Celeste” de Aureliano Cañadas



.

sábado, 28 de enero de 2012

"ACTOS DE AMOR" de ANTONIO PRAENA

.




.

Nada debe el que canta permitirse/si no es acto de amor.
Es esta en esencia la poética central de este nuevo libro de Antonio Praena, con el que merecidamente ha recibido el XXII Premio Nacional de Poesía José Hierro que patrocina y publica el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes y le consolida como uno de los poetas más relevantes de su generación.

Fraile dominico, Antonio Praena nació en Purullena (Granada) en 1973 y es profesor de la Facultad de Teología de Valencia. Con anterioridad había publicado Humo verde (Accesit del Premio Victor Jara en 2003) y Poemas para mi hermana (Accesit del Premio Adonais de Poesía 2006).

Actos de amor se divide en cuatro partes y un prólogo final.
En la primera De la Misericordia Espirituales hace un canto al amor más profundo y verdadero, aquél que nos hace ser y nos salva de todos los pecados, aquel que es entrega y da ,y nos da, la vida la eterna profesión de amar de balde.

La segunda parte Mundo revela un elogio encendido de la amistad como elevada manifestación del amor: Te doy lo que no tengo: aquí va todo./Libértame de mí, méteme dentro./Gozoso de perder, gano la vida./Entrando en tu pupila, nazco entero. y nos da muestra autobiográfica de su ser y estar en la tierra, donde vida y muerte son, las dos, esencialmente Vida.

En Carne tiene cita y convivencia con sus propios demonios Me fui fuera de ti/para poder volver un día/curado de la bestia que me ocupa. Antonio busca entre ellos la cordura que, cuando la alcanza, lamenta: He vuelto a la cordura y me he perdido./He vuelto a la cordura y estoy muerto.

En la cuarta y última parte De la Misericordia corporales Antonio nos da vela y participación de su amor a la familia (padres, hermana, sobrino....) su patria feliz, donde toda la fuerza de la vida está en la inocencia y en ser bueno.

Y, al final, en el Prólogo el poeta nos exhorta e invita a - antes,durante y después de la poesía- dejar, entregar la palabra por Amor.

Nada es prescindible, nada es vano, en este libro y os aconsejo encarecidamente su lectura y relectura. Como muestra del mismo os dejo con uno de sus poemas:


LEGIÓN

Como puede decirlo
tan sólo quien no sabe lo que dice,
se me mueren en ti
los hombres que no he sido.

No he sido aquel que amaste, ni tampoco
el hombre que soñó que tú lo amabas.

No he sido el que ahora mismo te recuerda,
pues no recuerdo bien cuál fue mi sueño.

Posiblemente todos se extraviaron
por sendas que jamás transitaré.

Y ahora que en la noche llamo a alguien,
tan sólo aquel que un día tú quisiste
podría socorrerme si viviera.
Mas ese solamente estuvo vivo
el tiempo de tu tiempo y es por eso
mejor dejarlo aquí:
ya es tarde, me confundo
y debo abandonar a este que escribe
en aguas somnolientas y encontrarme
mañana con un ser desconocido
en este cuerpo mismo que me habita.
Mas,antes de entregarlo
a la disolución,
la última pregunta:
¿podrá tal vez la vida devolverme,
con estos mismos ojos y este llanto,
de todos los que fueron sólo aquel
que tuvo vida en ti?

Ausente como yo,mi voz responde:
tu vida fue verdad, querido Antonio,
tan sólo con el paso de la suya.
El resto, solamente
materia de un poema.


.

"ACTOS DE AMOR"
de ANTONIO PRAENA

86 pág.

COLECCIÓN UNIVERSIDAD POPULAR JOSÉ HIERRO
SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES MADRID 2011

.